Dreaming Spanish Podcast – Chats in Beginner Spanish

Why Are Spaniards and Argentinians So “Rude”?

Dreaming Spanish

Visit our website to get the full experience: www.dreamingspanish.com
🎙️ Watch all episodes of the podcast in video form!
📺 Access 6000+ ADDITIONAL videos across all levels and all kinds of topics!
🔍 Search and filter all our content by level, accent, teacher, topic, and more!
📈 Sort and watch our content in order of difficulty (rated 1-100)!!
⏰ Track your input time automatically!
🚀 See how far you are in your Spanish learning journey!

Spaniards and Argentinians often get a bad rap for being rude, but is it just a cultural misunderstanding? In this episode, Andrés and Agustina dive into the habits, expressions, and social norms that might seem blunt—or even offensive—to outsiders, but are perfectly normal in their cultures.

Connect with us
Meet our teachers: www.dreamingspanish.com/teachers
Learn about our method: www.dreamingspanish.com/method
Read our FAQ: www.dreamingspanish.com/faq
Donate to our project: https://paypal.me/DreamingSpanish

Agustina:

Hola a todos y bienvenidos a otro episodio del podcast de Dreaming Spanish, un podcast semanal para personas que aprenden el español. Acá vamos a hablar de un montón de temas, tanto sobre el español como temas culturales e interesantes. Pero si este podcast no está a tu nivel, si crees que necesitas algo un poquito más avanzado o algo un poquito más simple, más fácil, entonces te invito a nuestra web, dreamingspanishcom, donde vas a encontrar miles de videos en español en todos los niveles y sobre todos los temas. Yo soy Agustina, de Argentina.

Andrés:

Y yo soy Andrés desde España.

Agustina:

Y hoy vamos a hablar sobre por qué los argentinos y los españoles a veces pueden parecer un poquito maleducados.

Andrés:

Efectivamente Podemos parecer un poquito mal educados, que no quiere decir que lo seamos.

Agustina:

Algunos sí. Bueno, tal vez nosotros no somos el mejor ejemplo, No mentira.

Andrés:

Pero sí es.

Agustina:

Sí, es verdad que a veces, cuando personas de culturas muy diferentes, significativamente diferentes, visitan Argentina o España o conocen a un argentino o a un español, pueden pensar que somos un poquito maleducados o un poquito desubicados. Pero en realidad no es que lo seamos, sino que son diferencias culturales. Y de eso vamos a hablar hoy. Vamos a decir qué cosas nosotros hacemos y para nosotros están bien y están aceptadas, que tal vez en otras culturas pueden ser un poquito chocantes.

Andrés:

Efectivamente, y yo no sabría bien por cuál empezar. Quizás por lo directos que podemos parecer respecto de otras culturas, donde el trato, sobre todo con personas que no conoces, no es tan directo, es un trato más indirectida me parece un buen inicio.

Agustina:

Y es verdad Los argentinos y los españoles son famosos por ser muy francos, por ser muy honestos y muy directos. Y esa forma de ser no aplica sólo a las personas con las que tenés confianza, con tus amigos, con tu familia, sino que aplica un poco a todo el mundo. Y tal vez, un ejemplo que se me viene a la cabeza es cuando vas a un restaurante, cuando vas a un bar o, en general, situaciones en las que tenés que relacionarte, entablar una conversación con personas que atienden. Con el servicio al cliente, básicamente, creo que en esas situaciones somos muy directos, ¿no? Con el servicio al cliente? básicamente Creo que en esas situaciones somos muy directos, ¿no?

Andrés:

Sí, sí, hay un trato con el servicio, por ejemplo en un restaurante. También depende del restaurante, obviamente. Pero digamos, en un par de barrio donde por ejemplo pueda ser el caso aquí en España para pedir un café, pues se le dice al camarero a lo Como chico, cuando pueda un cafelito por aquí Y quizá eso en un sitio no sé como Reino Unido pueda quedar bastante extraño.

Agustina:

Mí se me hace muy interesante es la forma en la que pedimos las cosas, como las frases que usamos

Agustina:

incluso cuando es más educadamente, como ni siquiera en ese contexto que vos dijiste, andrés, que es muy cierto, pero sino también cuando hablamos directamente. Por ejemplo, vas a una cafetería de tipo Starbucks, ¿no? Como que tenés que ir a la caja a pedir lo que querés y no damos vueltas. No es que decimos hola, buen día, ¿podrías por favor darme un café? No, no, no es como hola, ¿cómo estás, te pido un café. Y claro, cuando yo enseño eso, cuando me preguntan eso mis estudiantes o el público en general, y yo digo que nuestra frase en Argentina es te pido, como, te pido un café, te pido una hamburguesa, ellos lo piensan tal vez en inglés y es como I ask you for, no, como I ask you for a coffee. Y claro, piensan que es algo fuertísimo, super directo, pero acá está muy aceptado. Claro es que la traducción Super directo, pero acá está muy aceptado.

Andrés:

Claro es que la traducción no termina de sonar bien. Si se hace una traducción directa y exacta al inglés, pierde un poco el sentido, Incluso parece aún más mal educado, ¿no?

Agustina:

Sí, pero para mí es interesante porque, al menos tanto en italiano como en francés, que son los idiomas cercanos al español que yo hablo, se usa el condicional, se usa como el querría un café, y acá no hay chances, como que no hay chances de decir ay, me gustaría un café, no, no, no es tipo quiero, te pido, dame.

Andrés:

Dame, Dame. lo usamos mucho aquí en España como oponme. Sí, eso lo escuché, es como una orden sí es como dar una orden, ¿no Dice ponme un café, ponme un croissant.

Agustina:

Sí, sí, sí, lo he escuchado, de hecho, bueno, mismo lo escuché con vos, cuando estuvimos en Sevilla, que fuimos a comer unas tapas, y eso, y tu frase estrella de esos dos días fue eh tío, ponme una cerveza.

Andrés:

Camarero una cervecita por aquí.

Agustina:

Creo que te escuché decir la palabra cerveza más que gracias en todo ese tiempo.

Andrés:

En todo ese tiempo A lo mejor.

Agustina:

Ni siquiera digo directamente gracias, sino que le digo genio, Me trae la cerveza y le digo genio. Es un trato muy personal, como si conocieses a la persona cuando realmente no la conoces Totalmente. Y a mí me pasa en muchos ámbitos. Yo creo que esto depende un poco también de la institución, pero por ejemplo en mi universidad el trato con los profesores es súper directo, súper amable. No decimos usted, no decimos nada de eso, Hacemos chistes. De hecho voy a contar un chiste que le hice a un profesor, porque creo que o me cancelan o se ríen. Vamos a ver qué hacen.

Andrés:

Cancelenla.

Agustina:

No, ya me cancelan lo suficiente. Vale, vale, bueno, en mi universidad es muy interesante, porque antes de ser una universidad fue un hospital militar Durante la dictadura Precioso, precioso Cuestión que tiene un subsuelo, y ese subsuelo antes era la morgue, o sea, literalmente era un lugar donde ponían los cuerpos, Todo muy oscuro. ¿no, un poco. Sí, es una universidad. Hay aulas, hay salones de clase Y cada vez que vamos a ese salón es horrible, porque no hay ventanas, hace un frío que te morís. No sabes el frío que hace allá abajo, es como que el tiempo pasa de una forma rara. No sabes si es de día, de noche, si pasaron cinco, si pasaron diez minutos. Y una vez estábamos con un profesor que es famoso por ser como bastante estricto, bastante seco, pero a mí me quiere, y él dijo sí, porque, miren, nos mandaron al aula de la morgue Y le digo y ¿por algo te la dieron, a vos?

Andrés:

Sí, supongo que Y se murió.

Agustina:

Como decimos acá, se cagó de risa.

Andrés:

Sí, ¿no Le dio la risa.

Agustina:

Totalmente.

Andrés:

Hay cosas parecidas en la universidad, de bromear con los profesores. Y había uno también que era mayor, bastante mayor. sigue siendo muy mayor. Yo creo que ha sido mayor siempre. Creo que mis tíos estudiaron en esa universidad y ya era mayor allí ya era profesor ¡Guau.

Agustina:

Medio vampiro.

Andrés:

Sí medio vampiro. Sí, y yo trabajaba. Era como un estudiante interno suyo. Entonces trabajaba en su despacho y por la mañana, al llegar, abrí la ventana Y dije le abrí la ventana para que entre bien el fresquito. Así va, usted pensando en retirarse, se enferma y ya va dejando paso a otras personas. Se les puede hablar directamente de tú a tú, sobre todo ya cuando estás en segundo, tercero o cuarto curso. A lo mejor los chicos que acaban de llegar todavía es como ¡buah, recién llegué a la universidad? y dicen todavía eso de ¿profe, ¿profesora, pero no directamente. Les llamamos por el nombre, salvo caso de que esa persona concretamente no quiera o especifique que no se le llame por su nombre o por un apodo. Totalmente.

Agustina:

Pero si no dice nada, en principio hay autorización para hablar de tú a tú, otras culturas, en donde, bueno, el profesor es el profesor o el médico, el doctor uf es el doctor o el abogado. ¿no? Y acá es como mucho más tranqui, la verdad. Yo de hecho no sé con médicos, así que veo frecuentemente, digamos, o como con mi dermatóloga, por ejemplo, que la vi mucho en estos últimos años por el tema del acné, y eso es como mi amiga Es tipo hola, viviana, ¿qué tal? ¿Cómo andan los chicos? Es como que hay un trato así muy personal, que tal vez en otras culturas puede ser como un poco invasivo, un poco demasiado directo, ¿no?

Andrés:

Sí, porque es como que se rompe la barrera social del estatus, lo que estabas diciendo, ¿no? Yo creo que quizás otros países tienen más interiorizado dentro de sus relaciones sociales el estatus Que acá también existe. Uy, he dicho acá Estoy hablando demasiado tiempo contigo ¿eh, agustina, que aquí en España también existe, hay estatus Y un doctor médico tiene un estatus alto.

Agustina:

Pero eso no se refleja en el trato ni en una manera especial de hablarle Totalmente. Y creo que también este tema de como ser directo, de tener confianza, también se traduce al contacto físico. Y esto ¡guau. Podríamos hablar horas sobre este tema, porque es impresionante lo shockeada que es un beso en el cachete.

Andrés:

En España son dos ¿no, eso es algo que a una compañera nuestra a Chelsea le pareció también un poco impactante.

Agustina:

En serio, no, no le pareció impactante.

Andrés:

Estoy bromeando, pero tenemos un vídeo sobre eso.

Agustina:

Ah, ok, ok.

Agustina:

Yo digo qué raro, porque en Colombia también son así de no sé de tener confianza, bueno, pero como decía, eso es algo que sorprende mucho porque es como que literal a cualquiera, ¿no? O sea, a cualquier persona, la saludás con un beso. Y a mí me ha pasado mucho, incluso con gente a la que le advertí, le avisé, como mi novio de Irlanda, cuando vino la primera vez él ya sabía que acá somos muy así de tener confianza, que nos saludamos con beso, etcétera, etcétera, no-transcript, y él no entendía y se quedó ahí quieto mirándolo, tipo ¿qué quiere esta persona, ¿qué quiere este hombre? y al final el empleado, el otro hombre, le dio el beso y se fue y me dice yo no pensé que tenía que el otro hombre le dio el beso, tipo hizo ¡muah.

Agustina:

Y se fue Y me dice yo no pensé que tenía que darle un beso a un hombre que no vi en toda mi vida, que no es de tu familia, que no conoces.

Andrés:

Y yo tipo no, no, no a todo el mundo, no-transcript, le doy un beso y enseguida voy para la otra. Entonces es como una doble invasión de su espacio o algo así, que para mí es lo más normal del mundo. Pero la otra persona de repente dice bueno, aquí recién me presentaron a alguien y prácticamente metió su cabeza entre mi cuello y me soltó dos besos. Así Algo que aquí es un saludo, para otra persona prácticamente puede parecer una especie de agresión sexual o algo así.

Agustina:

Claro, sí, sí, más que nada en lugares en donde el tema del espacio personal se respeta mucho, que también puedo hablar de eso es como que para ellos es un shock. Y ya que estamos hablemos de ese tema del espacio personal, yo creo que nunca tuve un shock cultural tan grande como cuando fui a Lollapalooza, en Chicago, a ver a Miley. Y si ustedes conocen el Lollapalooza, que es un festival, básicamente la gente está parada en un campo, ¿no? Están todos de pie y hay un escenario. Y acá en Argentina, cuando vas a un concierto a campo, o sea a la parte que estás de pie, vos vas sabiendo que te vas a volver sin una zapatilla, como mínimo, o sea es a morir, ¿entendés, o sea vas y tenés que ir horas antes y hacer la fila porque te aplastan y todo el tiempo sacan gente desmayada porque no puede respirar, pero es hermoso, o sea. la pasión que se siente en ese momento no se siente en ningún otro. Y claro, yo fui esperando eso.

Agustina:

Imaginate mi sorpresa cuando vi la gente parada con como 30 centímetros de distancia entre una persona y otra Y yo dije esto es una locura. Entonces, claro, yo digo están todos locos. yo me meto Y entré a meter codazo. ¿viste? Entré a codear ahí para llegar lo más cerca de Miley. mi mujer, que se pudiera. Las caras me entraron a mirar, tipo como ¿qué haces? Y yo tipo pero hermano, estás dejando 30 centímetros entre una persona y otra. Entran dos personas en el medio. ¿qué haces?

Andrés:

No, no, no no, fue terrible. Ahí cabe mucha más gente. ¿no, o sea desde el aire. Yo me imagino eso, visto desde arriba, como todos un poco separados entre sí, Y me resulta difícil de imaginar porque aquí en España también nos haríamos todos una pelota, al punto de no poder movernos y no poder caminar. Las personas con las que acabes en el concierto seguramente se han desconocido, pero vas a estar tocando cuerpo con cuerpo con todos.

Agustina:

Totalmente.

Andrés:

Estar pegados completamente Y si tienes una bebida en la mano, seguramente vas a tener que tener cuidado porque te la van a tirar.

Agustina:

Y tú vas a tirar la bebida de alguien. Sí, no existe lo de la bebida Acá es tipo agarrar, ponerte el celular en el corpiño porque te lo van a robar y apretarte y saltar y transpirar y disfrutar de la energía de eso, ¿no, pero bueno, tal, así, como en los conciertos o en el transporte público, si viene lleno, o en general, nosotros no somos de tener tanto espacio personal, es como que bueno, ya está. Si hay que tocarse, hay que tocarse.

Andrés:

Y yo pienso que eso puede ser algo un poquito fuerte si venís de una cultura en donde no es común de tocar directamente. Pero también, al hablar, Muchas veces la distancia a la que se hablan las personas es mucho más cercana. Si yo salgo a la calle, por ejemplo a hacer entrevista, o salgo a la calle y le pregunto algo a alguien, esa persona no se pone a dos metros mía. Hablamos prácticamente cara a cara, no cabe otra persona en medio Y sin embargo, en mi experiencia en Reino Unido, a veces yo digo bueno, vamos a ver a esta persona, le estoy hablando y estamos cada uno como muy separados, ¿no, Como si tuviera un perro que me va a morder o algo así, Una distancia así como de metro y medio, dos metros, Y digo ¿por qué hablamos tan lejos? Y encima tampoco hablan muy alto?

Agustina:

porque somos muy de hablar alto que ahora podemos ir.

Andrés:

Eso iba a decir.

Agustina:

Eso iba a decir Bastante más alto. Aquí está hablando mi vecina con una amiga en la calle y se está enterando toda la calle de la conversación. No pasa nada si haces ruido, es como acá. Somos muy expresivos Y claro hay lugares en donde eso puede ser muy shockeante. Yo recuerdo esta experiencia, no me la voy a olvidar nunca más. Me estaba tomando un avión en los países bálticos No sé si estaba yendo de Estonia a Letonia o algo así, y claro yo me subo al avión, todo normal, estaba con mi papá. Nos sentamos y nos ponemos a charlar. Estábamos hablando de no sé del día, de las fotos, de la comida, no sé, pero una conversación normal. Y llega un momento como que miro alrededor y le digo a mi papá callate, callate. Él se calla. Éramos Andrés, esto no es una joda, esto es 100% real. Éramos las únicas personas hablando en todo el avión.

Andrés:

Todos los demás allí en silencio.

Agustina:

Todos los demás callados, pero ni una risa, ni un nada, nada, o sea silencio absoluto. Y fue un shock cultural muy grande, o sea. A mí me pareció rarísimo. Digo gente ¿por qué Un poco más de energía? ¿no, como un poco más de vida? no sé ¿no cero, completamente en silencio. Y claro, yo me imagino una persona de ese tipo de cultura viene a Argentina se muere porque acá estamos gritando por todos lados, hablando en todos lados, hablando en todos lados, acá no existe el silencio.

Andrés:

En los aviones. Sí, me he dado cuenta de Le, he visto las caras a algunos turistas Y me he dado cuenta de que se quedan también muy callados cuando van en un avión que va lleno de españoles, porque van hablando y a veces incluso en el avión conocemos gente. Para mí es común en un viaje en avión, si hay otros españoles, que acabemos interactuando y acabemos hablando, incluso aunque estemos sentados en diferentes asientos a varios metros de distancia, sobre todo durante el embarque o el desembarque, y puede llegar el caso de que nos cambiemos un momento para charlar un rato, cambiemos de asiento, aunque eso no es tan frecuente, pero puede ocurrir Y además que esto no sé si lo has visto o no sé cuánta gente lo hace, pero hay una costumbre un tanto curiosa de los españoles que es que, cuando el avión aterriza, aplauden.

Agustina:

Sí, nosotros también.

Andrés:

Aplauden, ¿verdad.

Agustina:

Sí, es genial, es re divertido.

Andrés:

Le hacen como la ola al piloto. le hacen ¡Bueee, ¡Bien. Y todo el mundo aplaude al piloto muy contento.

Agustina:

Sí, acá en Argentina tenemos una obsesión por aplaudir. De hecho yo pensé que esto era normal y después me enteré que no. Pero en el cine, cuando termina la película, aplaudimos.

Andrés:

Ah, sí, sí, sí¿. No, es normal, o qué?

Agustina:

No, andrés, yo me encanta que tengas la misma reacción que yo, porque no es normal O sea. No me acuerdo cómo me enteré que en otros países eso no se hace. Nosotros acá aplaudimos para todo o sea. Aplaudimos al asador Alguien termina de cocinar, le damos un aplauso, aplaudimos la película en el cine, aplaudimos el avión cuando aterriza, todo el tiempo o sea. Todo para nosotros es una oportunidad de aplaudir.

Andrés:

Vaya, mira, me has recordado un caso en el cine en el que la gente entró al cine, por supuesto hasta que no ha empezado la película, mientras están los anuncios incluso, pero hasta que no ha empezado realmente la película la gente no para de hablar.

Andrés:

Los anuncios ya, la película está a punto de empezar, pero la gente sigue haciendo comentarios alguno, incluso dice algo en voz alta para que se entere todo el mundo. Algún chiste, un chascarrillo, siempre hay algún gracioso, y un hombre estaba de mal humor y empezó a discutir y a pelear con otro y empezó a armar un jaleo y a insultar a otras personas, hasta que otro chico se levantó y empezó una discusión que terminó en una pelea. Todo el mundo quería que el primer hombre, el que era más violento, se fuese de la sala, así que cuando el otro chico se levantó, acabó dándole un puñetazo en la cara y lo tiró al suelo Y todo el mundo empezó a aplaudir el espectáculo, ¿no? Todo el mundo empezó a aplaudir al chico porque por fin le había cerrado la boca al hombre violento, y empezaron a gritarle bien por tonto, te lo mereces. Y todo el mundo aplaudiendo.

Andrés:

Me encanta, y luego cuando terminó la película, la gente aplaudió la película y volvió a aplaudir al chico que le había pegado un puñetazo, al hombre borracho que estaba haciendo un lío, o sea que aplaudieron todo ese día.

Agustina:

Fue el show de los aplausos.

Andrés:

El show de los aplausos.

Agustina:

Sí, sí, sí, sí, me encanta, igual o sea. Es algo que a mí tal vez es porque, bueno, es mi cultura. Soy argentina y me crié así y no hay nada más lindo que la energía de la gente, al menos para mí. Entiendo totalmente que puede resultar un poco chocante para la gente que no está acostumbrada, porque es así o sea, todos venimos de culturas diferentes y así, como para mí es chocante subirme a un avión y que la gente no hable, o para mí es chocante ir a un concierto y ver espacio personal, entiendo completamente que para otros sea chocante nuestra forma de ser y nuestra forma de relacionarnos, pero creo que lo importante siempre es tener mente abierta y ver que si todo el mundo está actuando de una forma, no lo están haciendo para hacerte mal, no lo están haciendo con malas intenciones, sino que literalmente son así.

Andrés:

Sí, efectivamente Hay cosas como el espacio personal o la fuerza con la que se habla y la cantidad de veces que se tocan o hay acercamientos en una interacción, que son cuestiones muy culturales y que, por lo tanto, pueden ser muy incómodas para unos y para otros.

Andrés:

No, pero sí, es algo que aprendemos desde la infancia Y por eso el espacio vital me parece una de esas cosas más culturales del mundo en las que realmente hay gente que tiene alrededor suya como si fuese un círculo, un círculo que, según la cultura o el país en el que nazcas, tiene posibilidades de ser más estrecho o más amplio. Y bueno, supongo que todos tenemos que adaptarnos, ¿no? Yo, si voy a otros países, puede que al principio me cueste un poco y me acerque demasiado a la gente para hablarles o que les ponga la mano en el hombro sin que me lo pidan y sientan que he invadido su espacio, pero creo que enseguida me daría cuenta y trataría de adaptarme a lo que estoy viendo. También me gustaría que las personas que vienen a España de visita o a vivir también se relajen un poco en ese aspecto y sean capaces de disfrutar de esa cercanía, que no es ser maleducado necesariamente.

Agustina:

No, no, no, no para nada. Y bueno, la verdad también, algo que me sigue sorprendiendo es lo parecidos que son nuestros países. A ver acá desde chicos siempre nos dicen ah sí, porque Argentina es muy parecido a Italia, es muy parecido a España. Pero creo que en este último tiempo, con todos los podcasts, con los intercambios de información y de experiencias tanto con vos, andrés, o con las chicas y los chicos de otros países de Latinoamérica, me doy cuenta cuántas cosas que realmente tienen en común Argentina y España. Sorprende.

Andrés:

Sí, yo también he tenido esa misma sensación, hasta el punto de que, si no nos reconociésemos tanto por el acento, podríamos llegar a confundirnos entre nosotros. Podríamos llegar a juntarnos perfectamente y no darnos cuenta de quién es de cada lugar.

Agustina:

Sí, sí, sí, sí. Pero bueno, chicos, espero que les haya gustado esta charla, que hayan entendido un poco cuál es nuestro pensamiento y nuestro razonamiento detrás de nuestras acciones y que se den cuenta que si en algún momento conocen a un argentino, a un español, visitan Argentina o visitan España y se sienten como que la gente es un poquito directa o se me acerca mucho, que sepan que es simplemente un tema cultural y que no es mala educación. Ni queremos que se sientan mal, simplemente somos intensos.

Andrés:

Sí, un poquito. ¿Qué le vamos a?

Agustina:

hacer Es maravilloso Un poquito. Qué le vamos a hacer Es maravilloso.

Agustina:

Sí, pero bueno, les recuerdo que este fue otro episodio del podcast de Dreaming Spanish del día a día en nuestros países y más temas interesantes. Entonces pueden ir a la web de Dreaming Spanish, dreamingspanishcom, donde van a encontrar miles de vídeos de un montón de temas diferentes, de profesores de diferentes países y también en diferentes niveles, desde súper principiante hasta avanzado, y puntuados y ranqueados por nuestros usuarios según la dificultad que se ajuste a su nivel. En dreamingspanishcom lo van a encontrar Y si les gustó este episodio, si les gustó el podcast, entonces los invito a dejar una reseña, una review en Spotify o en Apple Podcasts para ayudarnos a llegar a más gente. Eso fue todo por hoy. Yo me despido y gracias, andrés, por otra conversación hermosa.

Andrés:

Muchas gracias a ti, agustina, y a vosotros. Allí os esperamos. Chao chicos.

Agustina:

Chao chao.

People on this episode