Dreaming Spanish Podcast – Chats in Beginner Spanish

How to Stop Being Chronically Online

Dreaming Spanish

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Can't stop being online? You're not alone! Agustina and Andres share their experiences along with some tips to take more control over your time and attention. Enjoy!

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Agustina:

Hola a todos, ¿cómo están? Bienvenidos a un nuevo episodio del podcast semanal de Dreaming Spanish, un podcast para personas que aprenden español. En este podcast, diferentes profesores de varios países hispanohablantes tenemos conversaciones sobre temas variados e interesantes. Pero siempre lo hacemos hablando de una forma un poquito más clara, para que ustedes puedan seguir la conversación. Pero si este nivel no es perfecto para ustedes, si necesitan algo un poco más rápido, más avanzado o algo un poco más lento, simple, un poco más fácil, no se preocupen, lo pueden encontrar en nuestra página web dreamingspanish.com. Yo soy Agustina de Argentina.

Andres:

Y yo soy Andrés de España.

Agustina:

Y hoy Andrés, ¿qué vamos a hacer? ¿Sobre qué vamos a hablar?

Andres:

Vamos a hablar de uno de los grandes problemas de la actualidad. Un problema que seguro tú tienes, seguro yo tengo, y toda la gente que nos esté viendo o nos esté escuchando, también seguramente tiene el mismo problema. Y es el problema de estar siempre, siempre online.

Agustina:

Exacto. En inglés se popularizó, se hizo popular o famosa la frase, ¿no? To be chronically online. Estar crónicamente en el internet. Y la verdad es que tengo que decir que es algo que nos toca a todos. Como bien dijiste, Andrés, a mí me pasa. Totalmente me pasa. Y es muy difícil salir de esto. Así que vamos a tratar de encontrar una solución, ¿no? Vamos a charlar un poco a ver qué se puede hacer cuando estamos crónicamente en el Internet. Cuando pasamos todo el tiempo en el Internet.

Andres:

Sí, sí, porque algo hay que hacer.

Agustina:

Sí, sí, sí, sí. La verdad es que cuando empezamos a hablar de este tema, ¿no? Cuando se propuso este tema como un tema del podcast, mi primera respuesta fue: no sé. O sea, ¿qué hacer? No sé. Soy Gen C. No, no, no sé qué hacer, estoy crónicamente online, pero después de pensarlo un poco, creo que sí hay medidas que se pueden tomar, hay acciones que se pueden tomar. Pero primero lo primero, Andrés, para vos, ¿qué es estar crónicamente online? ¿Cómo te das cuenta que estás pasando todo el tiempo en el Internet?

Andres:

A ver, es que hay dos maneras para mí de estar online. Una es que estés utilizando internet para hacer algo, que estés conectado, por ejemplo, para trabajar, porque estás trabajando, estás escribiendo, estás buscando información. O porque estás consumiendo algo, estás escuchando un podcast, estás haciendo algo de eso. Esa es una manera de estar online. Pero la realmente preocupante tiene que ver con las redes sociales, que es la otra manera de estar online, o el otro lado, en el que te puedes llegar a saturar porque tienes notificaciones, porque tienes que responder a alguien, tienes un email, lo que tenga que ver con correo electrónico, WhatsApp, Twitter, Facebook, Instagram, TikTok, eso es para mí el núcleo del problema de estar online. Estar recibiendo input, estar aprendiendo sobre algo que te interesa. Ahí, bueno, eso está un nivel por debajo. Ahí no hay problema, bajo mi punto de vista. Pero con las redes sociales sí.

Agustina:

Sí, creo que todo depende, ¿no? Porque también creo que depende un poco la cantidad de tiempo que pasas. Porque yo he tenido épocas de obsesionarme, tal vez, con un canal de YouTube, ¿no? Y ponerme a ver todos los videos. Y claro, desde cierto punto de vista, eso no es tan dañino, porque decís, bueno, me estoy informando, ¿no? O lo que sea. Pero por otro lado, también, si ya pasás esa línea, ¿no? De como que es lo único que estás haciendo y pasás horas haciendo eso, creo que también es un poco dañino porque es como que te aísla de la realidad, ¿no? Te metes un poco en un mundo que es como que te olvidás de todo lo que te rodea, de todo lo material, lo físico que tenés alrededor tuyo. Y muchas veces te olvidás de las personas que tenés alrededor, y ese es un punto también muy importante.

Andres:

Vaya. Y yo añadiría otro problema con lo de estar consumiendo a lo mejor YouTube y ver un canal y seguir todos los vídeos y otro y pasar muchas horas. Como dices, te desconecta de la realidad, de lo que pasa a tu alrededor. Pero lo hace de una manera todavía más maléfica, más mala de lo que podemos pensar. Porque nos mete en madrigueras de conejo. Nos mete en un entorno en el que la información que recibimos normalmente está muy segmentada por algoritmos que hacen, bueno, por una red neuronal, de hecho, que al final nuestro mundo virtual, lo que vemos, está muy guiado por ese algoritmo. Dicho de otra manera, pierdes la conexión con la realidad porque tu mundo se reduce, parece que se amplía con internet, parece el mundo más grande, pero los motores de búsqueda te llevan en determinada dirección. Y, por ejemplo, esto se ve muy claro con cosas como de política, ¿no? Piensas que todo el mundo piensa igual que tú, por ejemplo, ¿no? Y crees que hay más gente de acuerdo contigo. Piensas que la Tierra es plana y te pones a buscar sobre la Tierra plana y al final tienes un montón de contenido y una comunidad muy grande en la que piensas, y es que lo dice aquí, la tierra es plana.

Agustina:

Claro.

Andres:

Claro, a eso voy.

Agustina:

Pasa con todo, pasa con todo. Por ejemplo, ejemplo random, ¿no? Hace poco me empecé a meter más en el tenis, ¿no? Que es un deporte que siempre me gustó, pero fue como que, no sé, como que me volví a meter, ¿no? Justo vi el US Open y dije, che, hace mucho que no, como que debería volver a mirar esto porque me gusta. Entonces, nada, me empecé a meter más en el mundo del tenis y fue seguir a dos o tres jugadores en Instagram que de la nada, todos mis reels son de tenis. Y es como es una locura porque en mi día a día, no, es como que, sí, conozco gente que le gusta, que le interesa un poco, pero es como que nadie de todas las personas que conozco le encanta o habla todo el tiempo de tenis. O sea, y de la nada ahora mi Instagram es tenis, mi TikTok es tenis, ¿no? Y te da esa ilusión, ¿no? Te hace creer que es mucho más grande de lo que uno piensa. Porque como te digo, en la realidad casi nadie habla del tema, pero en mi perspectiva, desde mis cuentas en las redes sociales, nah todo el mundo es fan del tenis.

Andres:

Sí, verdad. Sí, sí, sí. A mí me ha pasado recientemente con el contenido fitness, que es un contenido muy pesado. En realidad siempre dice lo mismo. No hay mucho más que decir ahí. Pero llevaba muchísimos meses sin consumir ese contenido y de vez en cuando me sale, me recomienda YouTube algún vídeo, ¿no? Hace como dos semanas pinché en un vídeo y ahora me ha inundado el feed de contenido fitness. Y digo, tengo que salir otra vez del agujero. Y no es que haya consumido mucho. Habré visto cinco o seis vídeos en dos semanas. Pero ya me ha llega con preguntas como Uy, ¿cuál es el mejor ejercicio para esto? ¿Cuántas horas hay que nadar al día, a la semana? Cosas así. Y digo, bueno, yo quiero saber cuánto hay que nadar cada semana, ¿no? Y lo ves y es peor, porque luego te sale otro diciendo otra cosa. Y no aprendes más, solo te causa más confusión.

Agustina:

Sí, y también, bueno, creo que hay ciertos temas en los que tal vez no es tan dañino, por ejemplo, el tenis. Y ya seguía, ¿viste? No, pero qué sé yo, es como un deporte, te aparecen, no sé, highlights, ¿no? De los partidos, bueno, está todo bien. Pero claro, cuando ya te metes en temas más como de salud, tal vez, o de política, es muy dañino porque, como bien dijiste, te crea esa ilusión de que la mayoría de la gente piensa igual que vos y te super condiciona tus opiniones, tus pensamientos. Y por eso es importante también saber separarse de esto y salir al mundo real. Y ni hablar, porque esto súper pasa, con el tema de estándares de belleza, de estereotipos, al menos como mujer, te puedo decir que me ha pasado muchísimo que te empezás a creer una realidad super falsa, porque toda la gente que ves en las redes sociales is perfecta y sube la mejor photo and editada y tiene filtros and this and the other. Yes, that el standard de belleza está in un nivel, que está in a cierto nivel alto, andísimo a la calle and it's como, qué lindo es ver gente normal, ¿no? Como que te das cuenta que la gente no está con ese maquillaje, anda pose todo el tiempo. Y es muy importante conectar con la realidad, porque si no, te terminas perdiendo, hundiendo en un mundo que es falso.

Andres:

Te hundes en la miseria, ¿no? De por favor, ¿por qué todo el mundo ahí fuera tiene vidas perfectas y yo aquí pringando, ¿no?

Agustina:

Sí, sí, sí, sí, totalmente. Y otra cosa que creo que trae el tema de estar crónicamente en línea, de estar crónicamente en el internet, es este falso sentimiento de que podés hablarle a cualquiera a cualquier hora, ¿no? Como que tenés que estar disponible todo el tiempo, eso de que es como fácil llegar a vos, ¿no? Yo siento que hoy en día cualquiera te puede mandar un mensaje, no sé, un DM, ¿no? Un mensaje directo en Instagram. Y es como cualquiera, entre comillas, tiene acceso a mi energía, a mi tiempo, y eso no debería ser así. O sea, naturalmente eso no es así. ¿Por qué tengo gente escribiéndome a cualquier hora del día, a las 3 de la mañana? Es como, no es sano eso, no es natural.

Andres:

Sí, yo prefiero que me escriban a las 3 de la mañana, que estoy durmiendo, y así ya lo veo cuando tenga tiempo. Pero eso es un verdadero problema. Porque hoy vivimos todos con tiempos diferentes. Tenemos diferentes horarios, diferentes cosas, diferente nivel de ocupación. Y bueno, tú has hablado de M en Instagram. Yo, una de las primeras medidas que tomo es. Yo no tengo Facebook, no tengo Instagram.

Agustina:

Ya saben, chicos, ¿eh?

Andres:

No tengo Facebook.

Agustina:

Si encuentran una cuenta de Andrés es falsa.

Andres:

Y a mí me parece que me quito de encima. Tuve, tuve Facebook. Y Instagram nunca me gustó. Y a mí la compañía de Facebook me parece una compañía muy agresiva. Cuando quise borrar la cuenta, era tan difícil encontrar cómo borrar la cuenta en las opciones que dije, no quiero volver a acercarme a esto. Pero bueno. Pero luego están otras redes. TikTok, por ejemplo, es muy adictiva. Yo llevo meses sin abrirla, es muy adictiva. Te enseña un montón de tonterías, algunas cosas de valor también. Pero siempre ves otro y otro y otro, ahí pierdes un montón de tiempo. Pero bueno, por ahí por lo menos no te contacta la gente. Pero en WhatsApp. Es un problema porque a veces estamos trabajando, otras estamos de ocio. Pero todos los contactos los tenemos en WhatsApp.

Speaker 1:

Sí.

Andres:

Claro. Entonces, digo, mira, estoy trabajando ahora o estoy leyendo un libro. No quiero andar mirando WhatsApp, pero tengo que tenerlo conectado. ¿Por qué? Porque tengo familiares enfermos, puede ser importante, pueden necesitar algo, puede haber una emergencia, espero una llamada de algo importante relacionado con la administración, que estoy esperando una llamada del seguro de alguna compañía, y tengo que hacer gestiones, por ejemplo. Pero te hablan también otras personas. Te habla un amigo que quiere hacer algo. Hay veces que se te olvidan incluso los planes que has hecho. Pero te pueden hablar cinco o seis personas o más, y en la semana muchísimas, y uno no puede gestionar su agenda. Cuando yo era joven era muy fácil gestionar mi agenda. Pero ahora estoy haciendo algo, suena el WhatsApp y digo, es mi padre que necesita que lo lleve al hospital. ¿O es alguien que me quiere preguntar algo? ¿Es algo de trabajo urgente? Tengo que ir a mirarlo. Tengo que ir a mirarlo. Y muchas veces, incluso, siempre se habla de esto del ghosting, ¿no? De no responder mensajes. Muchas veces me ocurre, y no sé si te habrá ocurrido a ti, que lo que no es prioritario en ese momento, digo, bueno, lo contesto en otro momento. Porque es que si me pongo a contestar a todo el mundo, todos los mensajes, porque además tú contestas y luego te contestan. Y entonces vuelves a contestar y te contestas. Y eso no termina. Al final, si contestase todo, estaría todo el día simplemente contestando mensajes. Todo el día solamente online. Y eso no puede ser. Pero se van quedando atrás. Quiero decir, voy contestando lo prioritario y los otros mensajes van quedando abajo y al final me olvido de contestarlos.

Agustina:

Sí, sí. Pero creo que también gran parte del problema es que se normalizó esto de estar en contacto 24-7. Y no es así. O sea, yo la verdad es que veo gente que literal le llega un mensaje y es como que lo tiene que contestar en ese momento, no importa qué esté haciendo. Y para mí eso no está bueno. O sea, yo soy más de que, no sé, si estoy con mis amigos tomando unos mates acá en casa y me llega un mensaje, no te voy a contestar ahora, ¿no? Salvo que sea algo urgente, obviamente que en ese caso sí. O que sean, no sé, mis padres, ¿no? Que quieren saber algo, que quieren saber que estoy bien, listo, te contesto. Pero si es una persona random, un amigo o el que sea, contándome algo, no sé, no te voy a contestar ahora porque estoy haciendo otra cosa. Lo mismo con el trabajo, ¿no? O sea, si yo estoy concentrada escribiendo un guión, investigando un tema, y me llega un mensaje, no te lo voy a contestar. Y eso es algo que hay que normalizar, ¿no? Una cosa es hacer ghosting y tipo dejar de hablarle completamente a una persona sin explicación, que no está bueno. Y otra cosa es tener tu vida, tus horarios, ser una persona normal que hace cosas y que se toma su tiempo para después responder cuando puede y cuando quiere, ¿no? Y esto se ve mucho también en temas amorosos, ¿no? Tengo un montón de amigos que se empiezan a hablar con una persona y que la persona les reclama, como, ay, no me respondiste en dos horas. Estoy trabajando, ¿no? Como este falso sentimiento de cercanía que se crea porque la gente piensa que le tenés que responder todo el tiempo. Para mí, no hay que normalizar eso.

Andres:

Pues sí, yo creo que no hay que normalizarlo. Porque si no, es que al final acabamos completamente distraídos, ¿no? Yo lo imagino de la siguiente manera. Imagínate que trabajas en un sitio, en una oficina o algo así, y que la gente que te quiere escribir, en realidad, se presentase allí en persona a decirte lo que te querían decir, ¿no? Fuese físicamente, ¿no? ¿Cómo sería eso? No tiene sentido, ¿verdad?

Agustina:

No, no. O si estás comiendo con tu familia y de la nada aparece tu amigo y te dice: Hola, ¿cómo estás? Hoy comí una milanesa. ¿Querés hacer algo mañana? Sería muy raro.

Andres:

Claro, sí. O estoy cenando o lo que sea. Y que te digo. Hola, ¿estás? ¿Qué haces? Digo, bueno, a ver, sí, se puede preguntar. Quiero decir, es normal. Pero yo lo reservaría esas cosas, por ejemplo, para los fines de semana. A mí me faltan horas en el día para hacer todas las cosas que tengo que hacer. Y hay muchas veces que acabo acostándome tarde por atender mensajes. Porque, bueno, pues a lo mejor digo, venga, voy a estudiar. Tengo una hora. Por ejemplo, voy a estudiar, tengo una hora. Y de repente, pues tengo un amigo, por ejemplo, que me escribió y me dijo: Hey, ¿qué tal? Y digo, pues muy bien, espero que te vaya bien, tal. Cuéntame un poco cómo te ha ido. Pero de repente me cuenta que tiene un problema. Que tiene un problema. Y entonces yo digo, creo que no voy a estudiar. Porque tengo dos opciones. Una es, o hago lo que yo me había planteado hacer, que era ponerme a estudiar, y cumplo con mi objetivo, o puedo atender a mi amigo, que seguramente no necesitará un rato o una llamadita, seguramente necesitará dos horas. Y está bien, porque digo, mira, a lo mejor, no sé, podemos hablar el fin de semana o algo así, ¿no? Pero es que al final no. Al final, si no lo haces en el momento, como tenemos esa cultura ahora de que todo tiene que ser en el momento, pues al final la otra persona se resiente contigo.

Agustina:

Sí, sí, sí.

Andres:

Se resiente contigo.

Agustina:

Por eso te digo que creo que hay que cambiar un poco las expectativas. Y estaba pensando que en otro podcast yo hablé de este tema y dije que no hay que normalizar la gente que te gustea, ¿no? Y eso lo sigo sosteniendo. O sea, porque ya sé que alguien va a venir a decir, ay, Agustina en otro podcast dijo que. No, no, no, voy a explicarlo. Creo que lo que yo pienso es, si te escriben por algo urgente, está bien contestar. O sea, es un tema también de respeto. O sea, si es un problema, un necesito tal cosa, me siento mal, no sé. Si es algo así, tenés el celular al lado, contesta, ¿no? Porque es un tema de respeto de una urgencia. If you quieres hablar más con alguien, no desaparezcas, decíselo, o sea, no hagas ghosting because desaparecer de la vida de alguien no está bueno. But, claro, it's feeling. But if we are hablando of mensages casually and responders immediately, hay que normalizar, tomarse el tiempo, and responderlos cuando puedas. No, this is my opinion.

Andres:

Sí, no, no, pero vamos. Yo que conozco a Agustina y hablo con ella, podemos escribirnos un mensaje y responder entre 12 y 48 horas después.

Agustina:

Y no nos ofendemos.

Andres:

Y no nos ofendemos. Y no nos ofendemos. Incluso más.

Agustina:

Ha pasado, ha pasado. Pero bueno, y a ver, la pregunta entonces es, ¿no? Porque hablamos de todo lo que pasa y de los efectos negativos que tiene. Pero la pregunta entonces es ¿cómo dejamos de estar crónicamente online, no? O sea, ¿qué se puede hacer?

Andres:

No hay solución.

Agustina:

Chao, terminó el podcast.

Andres:

No hay solución.

Agustina:

No, pero ¿qué opinas?

Andres:

Creo que es una conducta que al final depende mucho de las otras personas. Es decir, puedes intentar cambiar tú, pero si no cambias los demás, te ves en una situación en la que realmente no sabes qué hacer. Realmente no sabes qué hacer sin convertirte en alguien apartado. Porque antes era más fácil, tú recordarás, era más fácil verte en persona, con tus amigos. Pero ahora nuestros estilos de vida están saturados. Están tan saturados y vivimos lejos y hay un montón de cosas que hacen muy difícil verse en persona. Te distancias de la gente, pero al mismo tiempo estás siempre comunicado con ellos.

Agustina:

Es como una falsa ilusión de cercanía.

Andres:

Una falsa ilusión de cercanía. Y al final, si te excluyes, si marcas unos límites muy claros con las redes sociales, de alguna forma también te excluyes socialmente. Eres el que nunca comenta en el grupo. Hay un grupo de WhatsApp o lo que sea y no comentas. Y los demás están ahí muchas veces, bajo mi punto de vista, diciendo tonterías y perdiendo el tiempo. Y tú te conviertes en la persona que mira, justo te voy a decir, tengo el reloj inteligente que te muestra, ¿no? Si me llega un WhatsApp, me avisa. Pero lo tengo conectado ahora mismo porque tengo encendido el Bluetooth para la cámara. Pero mientras estamos hablando, he recibido dos mensajes de Y yo, ¿estás? Dos. No, pero de la misma persona, como diciendo, ¿estás disponible? ¿Sabes? Eso es como.

Agustina:

Dos de la misma persona.

Andres:

Sí.

Agustina:

Qué intensidad.

Andres:

Pero es como, estoy, estoy grabando. Estoy grabando. ¿Sabes? Si esta persona no me localiza en la próxima media hora, es posible que empiece a llamarme. ¡Ay!

Agustina:

Por favor, como odio que me llamen. Podemos. Perdón, pequeño inciso, pequeño paréntesis. ¿Cómo me molesta que me llamen? O sea, me parece súper invasivo. O sea, cuando me entra una llamada es como, ¿qué? ¿Por qué me estás llamando? Y me asusto primero pensando que pasó algo. Y después es como, ah, no, quería ver como. ¿Qué? ¿Qué? No me llames. Mándame un mensaje y si querés hablar, coordinamos un tiempo, pero me parece como súper invasivo que te llamen.

Andres:

Antes se llamaba, pero pensabas muy bien antes de llamar a alguien, no llamabas por llamar. Y eso me ha hecho pensar en una solución. A ver. Eso me ha hecho pensar en una solución. Cuando yo era joven, llamarse por teléfono, mandarse un mensaje, había que mandar un SMS costaba dinero. Entonces, creo que había que empezar a cobrar los WhatsApp.

Agustina:

No. Sabéis cómo cambiaría todo. Cambiaría el mundo. Sí, yo me acuerdo de los SMS que cobraban por palabra. Entonces tratabas de mandar como el mensaje más corto, más conciso posible para que no te cobraran.

Andres:

Bueno, esa sería una solución. Que la gente. Claro. Entonces escribirían como lo que tengan que decir. Eso sería.

Agustina:

Sí, sí. Creo que también, a ver, la solución más grande para mí es realmente ponerte límites y buscar como cosas que te hagan salir del entorno de la tecnología, ¿no? Buscar hobbies, ya sea un deporte, algo artístico, lo que sea, ¿no? Pero que te desconecte, que puedas hacer completamente desconectado, que te ayude a conocer gente en la vida real, ¿no? O sea, la idea de, no sé, tomar una clase de pintura, de cerámica e ir y tipo conectar con gente en persona, hacer algo con tus manos y dejar a un lado todo el entorno tecnológico, ¿no? Como salir de tu casa y tener actividades, hobbies, pasatiempos que te separen de ese mundo.

Andres:

Sí, pero Agustina, tú sales de pasatiempo y te apuntas a unas clases de pintura para conectar con gente en el mundo de real y acabas en el grupo de WhatsApp de las clases de pintura.

Agustina:

Ahí tienes un punto.

Speaker 1:

Sí.

Agustina:

Bueno, pero igual, a ver, por más de que termines en el grupo de WhatsApp, yo creo que te hace bien el hecho de salir y de hacer algo diferente. Sigo manteniendo mi punto.

Andres:

Sí, eso es cierto. Eso es cierto, va muy bien. Otra opción también podría ser tener un tiempo del día, y que eso lo sepa, digamos, sobre todo la gente con la que más te relacionas. Un tiempo de la semana, porque no puede ser todos los días. Un tiempo de la semana, es decir, hoy lo dedico a responder mensajes. Problema que hay muchos mensajes. Y eso me ha pasado a mí, y es una cosa que me resulta muy desagradable, que es que son a lo mejor las once y media de la noche. Has terminado de cenar, has terminado todo lo que tenías que hacer. Y entonces tienes varios mensajes. Hay varias personas que te han escrito y entonces respondes a cada una. A cada una le dedicas, le respondes. Pero claro, te vuelven a responder. Y estás respondiendo a una y otras dos te están escribiendo.

Agustina:

Y es súper agobiante.

Andres:

Claro, yo creo que está bien socializar y es importante, pero ya no sabemos cómo gestionar nuestra vida, las cosas que tenemos que hacer, lo que estudiamos, nuestros objetivos, el trabajo. Y la vida social, creo que otra opción entonces sería realentizar el giro de la tierra para que los días tuviesen 35 horas en lugar de 24. Esa sería otra solución.

Agustina:

Bueno, yo creo que una solución un poco más realista, si me permitís decirlo, o al menos no sé si es una solución como completamente efectiva, pero algo que a mí me ayudó mucho es el tema de en el iPhone al menos podés poner como modos, ¿no? El teléfono puede tener modos como sleep, que no te llegan notificaciones de nada, o bueno, como vos quieras, lo podés customizar, lo podés personalizar. Y yo me hice un modo que se llama Work, ¿no? Y básicamente lo que tengo es que solo me llegan notificaciones ofreces o de mis padres. Eso es literalmente. No me llegan notificaciones of redes sociales, nada de eso. And me di cuenta que durante el día yo activo ese modo y me ayuda muchísimo porque directamente ni veo la notificación. Ando enorme. Because si yo veo la notificación, ya estoy pendiente. Ya es como que en mi cabeza, en algún lado, sé que tal persona me escribió, que le tengo que contestar o que tal persona me dio like, ¿no? Entonces el hecho de poder desconectar eso y no ver las notificaciones y verlas cuando termino el día laboral, para mí fue un gran cambio.

Andres:

Lo recomiendo. ¿Y eso se puede hacer en Android? Tengo que ver.

Agustina:

Búscalo. Yo calculo que sí, debe haber una forma. Pero para mí fue buenísimo. Me ayuda mucho más a concentrarme en lo que estoy haciendo, porque no tengo la distracción constante de las notificaciones.

Andres:

Pues me gustaría probar eso, ¿eh? Yo creo que lo pondría porque me pasa lo mismo. Aunque no vaya a contestar en el momento, el saber que tengo ahí la petición, el que me están esperando de alguna manera, me distrae. Me produce un. No sé cómo decirlo, tú lo has explicado muy bien. Te crea una angustia, un estrés.

Agustina:

Hay una sensación de que tenés algo pendiente, como que hay un quehacer, ¿no? Es como que en tu cabeza, de una forma u otra, sabes que eso está ahí. Y el saberlo ya te molesta, ya toma, te saca energía, ¿no?

Andres:

Sí. Sí, te saca energía. Te saca energía porque tienes una serie de cosas en tu cabeza y unas cuantas notificaciones en tu cabeza también.

Agustina:

Claro. Sí.

unknown:

Sí.

Andres:

Es totalmente cierto. Pues voy a probar eso, voy a buscar a ver si tiene ese método, ¿no? De trabajo. Pero claro, me gustaría un método de trabajo en el que yo pudies añadir ciertas notificaciones o llamadas que son muchas veces, no sé de qué número van a ser. Tienen que ver con gestiones importantes.

Agustina:

Claro, tipo trámites, cosas así.

Andres:

Sí, y yo todas las semanas tengo varias de esas.

Agustina:

Claro, claro. Y ahí no sé, pero lo podés buscar. Y otra cosa que hice yo que funciona, pero más o menos, es lo de ponerle tiempo a las aplicaciones. Como tengo como un máximo de 30 minutos por día en Instagram, en TikTok. La realidad es que hay muchos días en donde le digo ignorar y lo paso, sí. Pero igualmente, si veo las estadísticas, con el tiempo sí ayudó a reducirlo un poco, porque es como que te da esa advertencia, no? Incluso si le das clic a ignorar, en tu mente es como que decís, uh, ya pasé media hora del día usando Instagram. Entonces, al menos para mí, siento que me ayuda un poco a controlar ese tema. Me hace más consciente del tiempo que paso en las redes sociales.

Andres:

Eso está muy bien. Yo no tengo que hacerlo porque borré Instagram. Mejor decisión.

Agustina:

No, no. Yo borré Twitter.

Andres:

También, también. Twitter es muy tóxico.

Agustina:

Sabes que de hecho tuve como un momento de realización con eso, porque cuando era chica usaba mucho Twitter. De hecho, yo era así muy fangirl of cosas, ¿no? Tenía cuenta fandom, un pasado oscuro. Y bueno, y cuestión that amigos, anda cosas muy buenas. Yo me mataba de la risa. But it was un ambiente muy negativo, muy tóxico. Mucha gente muy mal, muy deprimida, con muchos problemas, no? And me acuerdo que estaba en la escuela, creo que in the ultimate, and me despertaba, at the 7 de la mañana, and the mirror Twitter, okay, una enferma. And me acuerdo que in a moment in the camera mirror Twitter antes de ir al colegio, and all the vehicle eran cosas negativas. That was like gente quejándose, gente triste, gente peleando. And I hizo un click the cabeza that did, ¿qué estoy haciendo? Estoy empezando todos mis días in este ambiente súper negativo, súper tóxico, y lo borré y nunca más lo volví a descargar.

Andres:

Bien hecho, bien hecho. Andas que sí, que es que en ese tipo de redes la gente está muy sensible, respondiéndose mal, enfadados, o siempre con una negatividad encima, con una negatividad, que te la acaban contagiando. De verdad, ¿eh? Hay un grupo de gente que son para ponerlos en un cajón aparte, para mandarlos a Marte a que se peleen.

Agustina:

Que se peleen entre ellos.

Andres:

Sí. A que todo lo negativo que quieren decir siempre escondido detrás de un avatar, pues se lo digan a la cara.

Speaker 1:

Sí.

Andres:

Sí, en fin, las redes sociales. A mí es algo que medio me enfada. Y tú me has dicho que de joven tenías ese problema, ¿no? Con Twitter. Y me has dado que pensar que puede ser que esos hábitos de estar siempre online y contestando WhatsApp o mirando Twitter, los desarrollásemos en una época en la que realmente teníamos mucho más tiempo para andar conectados todo el día.

Agustina:

Sí, de adolescente era como tenía demasiado tiempo libre.

Andres:

Claro, y nos hemos acostumbrado a eso. Pero conforme conforme tu lista de prioridades en la vida se va formando mejor, empieza a ser un problema.

Agustina:

Sí, sí, sí, totalmente. Y creo que también es como que te da esta sensación falsa de que tenés muchísimos amigos, ¿no? Como que, o que deberías tener muchísimos amigos, porque todo el mundo te sigue en las redes sociales o te manda WhatsApp, y hay un montón de amigos que tal vez no ves hace meses, ¿no? Y como que lo único que deja que esa relación sobreviva es el hecho de que te mandan un WhatsApp, ¿no? Y es como que siento que también vale la pena realmente enfocarte en las relaciones cercanas e importantes que tenés, que está bien que no sean muchas. O sea, otra opinión que hoy en día parece controversial, está bien tener pocos amigos. O sea, yo, amigos cercanos, cercanos, debo tener seis, ¿no? O sea, que realmente hablo y veo y me mantengo en contacto. Y hay otros que sí los considero amigos, amistades, ¿no? Que veo cada tanto y todo, pero está bien priorizar y cultivar, ¿no? Viéndote en persona y pasando tiempo de calidad, las pequeñas, las pocas relaciones que realmente son cercanas a vos. Es normal, está bien, y creo que también ayuda, ¿no? El estar presente con la gente que te rodea, que realmente está en tu vida, pasar tiempo con ellos, es una forma también de darte cuenta de la realidad y alejarte un poco de todo el tema de estar todo el tiempo en el internet.

Andres:

Sí, porque además cuando estás todo el tiempo, ese tipo de amistades, como que teníamos antes, ¿no? De como todos los contactos de Facebook o algo así, ¿no? Y todo el esto lleno de mensajes, todo lleno de mensajes directos, no son tan amigos.

Agustina:

No.

Andres:

Mi mejor amigo, con mi mejor amigo, hablo. Hablo poco. Es decir, con mi mejor amigo, si nos escribimos una vez o dos por semana, ya es mucho. Y a lo mejor no nos escribimos en tres semanas y luego nos vemos y la pasamos. Porque no hay una inseguridad, ni hay. Está tan afianzado, ¿no? Que no hay ese problema.

Agustina:

Y es más natural.

Andres:

Es más natural, sí.

Agustina:

Para mí. Pero bueno. Así que como conclusión, la solución es tratar de ponerse límites, ¿no? Como tiempos en las aplicaciones, que no te lleguen notificaciones. También para mí, tratar de a veces dejar el teléfono en otro lado, ¿no? A veces cuando salgo a caminar, digo, bueno, dejo el teléfono y como que no sé, me voy a pasear a mi perra y tal vez paseo a mi perra por una hora, ¿no? Y como que me desconecto al no tener el teléfono, no me entero de las notificaciones, eso también está bueno, ¿no? Tratar de marcar un poco los límites. Ponerte a vos mismo límites.

Andres:

Sí, me parece bien. Y yo le diría a la gente: si vas a enviar un mensaje, procura que el mensaje sea mejor o más importante que no decir nada.

Speaker 1:

Ahí va, ahí va.

Andres:

Sí. Nada, chicos, es un tema, es un tema que me parece muy interesante. Yo creo que da para hablar horas y horas y para hablarlo con mucha gente en persona.

Speaker 1:

Ahí va, ahí va.

Agustina:

Pero bueno, igualmente es difícil, es un tema que, como Andrés dijo al principio, nos toca a todos y tampoco es que la gente que tal vez te manda mensajes o eso lo haga con mala intención, ¿no? Es un sistema, es un sistema tan fuerte que es como que ya estamos todos metidos adentro y por eso vale la pena pensarlo y reflexionarlo un poco y tratar de nada, de vivir una vida un poco más sana para la mente.

Andres:

Claro, de hecho, esa persona que me ha mandado mensajes ahora, seguramente es su momento de responder mensajes. De hecho, ya te he dicho, de hecho, es mi mejor amigo con el que hablo tampoco, pero justo ahora me ha enviado los mensajes. Y seguramente, pues eso, ¿no? Sea su momento de escribir los mensajes y no tenga ninguna mala intención, ni intención de molestar, ni nada así. En fin, Agustina, luego te mando unos memes por WhatsApp.

Agustina:

Dale, dale, nos hablamos, ¿eh?

Andres:

Nos hablamos.

Agustina:

Bueno, chicos, en los comentarios pueden, como siempre, de forma respetuosa, dejar sus opiniones sobre este tema, sus experiencias, y bueno, y los vamos a estar leyendo, porque estamos crónicamente en el internet y vamos a leer todos sus comentarios.

Andres:

Así es. Y además que lo hago.

Agustina:

Sí, Andrés, Andrés me manda comentarios muy seguido.

Andres:

Sí.

Agustina:

Creo que los mirás más que yo. Andrés me dice: Ay, mira el comentario que dejaron en.

Andres:

Sí, quiero que nos dicen cosas, quiero saber qué nos dicen, qué quieren y que les gusta.

Agustina:

Exacto, es el feedback.

Andres:

El feedback. Bueno, chico.

Agustina:

Bueno, chicos, recuerden que acaban de escuchar otro episodio del podcast de Dreaming Spanish y que si están aprendiendo español, necesitan ir a nuestra web dreamingspanish.com, donde van a encontrar un montón de contenido del super principiante hasta el nivel avanzado, con profesores de un montón de países diferentes y hablando de literalmente cualquier tema. Lo que quieran, lo tenemos. Así que ya saben, dreamingspanish.com. Si les gustó este episodio, si les gusta el podcast, los invito a dejarnos una reseña, una review en Spotify o en Apple Podcasts. Como siempre, un placer estar acá. Gracias Andrés.

Andres:

Gracias, Agustina.

Agustina:

Y nos vemos muy pronto.

Andres:

Chao, chicos.

Agustina:

Chao, chao.